Mis amigos me tienen frita con el Mercado de Colón. Es un lugar precioso, pero quedar con los niños allí es regatear por el número de veces que suben al carrusel de caballitos o cuántas monedas echar en la máquina de chuches. Y sobre todo, ¡no poder estar sentada más de cinco minutos! Así que desde que pisé Canguro Verde el sábado pasado, tengo claro que las próximas quedadas serán allí.
Es una cafetería apta para niños. Bueno, muy apta, porque hay juguetes, cuentos, mobiliario de su tamaño y una atractiva pizarra para escribir ¡con tizas!
A mí me encantó el local, con mobiliario super ecléctico, muy bien iluminado y de fácil acceso para carritos de bebé. Casi se nos van los ojos cuando vimos los zumos de la mesa de al lado, así que todos nos pedimos uno (menos Luis, que se decantó por el clásico café). Yo probé el de manzana con zanahoria y estaba buenísimo, pero hay muchas combinaciones. Venga, y vamos a hablar de precios: Tres zumos y un café, no llegó a 13 euros.
Os dejo la única foto que pude hacer antes de que se me acabara la batería...¡de los zumos!
Me hubiera encantado hacer fotos del rollo de papel para pintar o del baño, donde ví alzadores para que los niños lleguen a la pila, adaptadores para el váter y como dijo mi hijo cuantro entró, un váter de mayor pero bajito.
Canguro Verde organiza un montón de talleres para niños y adultos (y vaya programación más variada!). Están en el barrio de Ruzafa de Valencia, en la calle General Prim, muy cerquita del Mercado de Ruzafa. Puedes enterarte de todo en su página de Facebook.
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