miércoles, 30 de octubre de 2013

Decorar un baño para niños

Desde que nos mudamos de casa tenemos la suerte de tener un cuarto de baño para los niños. Las reformas más urgentes que necesitábamos hacer no nos dejaron presupuesto para cambiar los baños, así que he ido buscando (o más bien encontrando) pequeños detalles que le dan un toque infantil a la decoración del aseo de los niños.

El primero lo encontré en Ale-hop y fue un vinilo infantil de un pato que puedes ir pegando por partes y que como véis en la foto de abajo tiene una cara para la tapa, las alas y las patitas que se ponen dentro, y que aunque parezca mentira, lleva más de un año sin despegarse ni un milímetro por más que se moje.

decoración baño niños

Y ya que empecé con los patos, la segunda adquisición siguió con la temática. Fue un mango de ducha para niños que compré en Teyoland que además de ser ideal, es de esos con los que sale el agua con mucha presión, algo que necesitábamos en el cuarto de baño de los niños. Además les motiva para ducharse solitos (pero ahora no hay quien los saque del chorro!).

cuarto baño decoracion infantil niños

El último toque patil fue una alfombrilla de baño de esas antideslizantes. Qué alegría me dio cuando la ví en Primark. Es que parecía hecha adrede. Otra vez esos patitos... Yo ni sabía que tenían sección  de decoración y la verdad es que hay cosas muy chulas y baratas.


decoración baño niños

Y exitazo total estos patitos de goma para el baño que compré en Tiger y que se iluminan cuando los dejas flotando sobre el agua.

Patitos goma baño niños

Bueno, ya solo me falta decir cua, cua cuando entre en el baño de los niños. 

jueves, 24 de octubre de 2013

Fantasmitas de bizcocho para Halloween

No sería una blogger como Dios manda si por estas fechas no publicara un post hablando de Halloween. A mí no me gustaba nada esa fiesta, que conste, me parecía una americanada super comercial,  y algo nada nuestro. Ya sabéis que con niños cambia tanto la vida, que ahora me pirra todo lo que tenga forma de fantasma, brujilla o diablito. Sobre todo porque me lo contagian  mis hijos, claro está.
 
Así que ayer entré en Lidl (la afición a Lidl también es nueva, pero esto para otro post) y no pude evitar comprar algunas cosas halloweeneras. Y entre ellas un molde para hacer pastelitos con forma de fantasma. Con la receta de Thermomix de Bizcocho cuatro cuartos los he rellenado y han quedado así de graciosos.


Bizcochos fantasma Halloween
 
 
 
Molde Lidl Halloween
 
 Bizchochos molde Lidl Halowen
 
Ayer también me tentó en Lidl una pasta tricolor de Halloween, con murciélagos, arañas y calabazas que mis hijos se han zampado esta noche para cenar...terroríficamente ;)
 

 
PD: ¡Pasadlo de miedo!

martes, 8 de octubre de 2013

Oda a un cambiador

Se acabó. Ayer tiramos el cambiador. Ya estaba sólo de decoración en el baño y molestaba más que otra cosa. Estaba ya muy roto y no lo usábamos, y tampoco podíamos venderlo en segundamano.es como hemos hecho con otras cosas de niños. En fin, que tirar un cambiador viejo no tendría más importancia, pero dejadme que le dedique un post porque se lo merece.
 
cambiador-de-niño-en-la-basura
Nuestro cambiador junto al contenedor (con filtro vintage que le va al pelo)
 
Ha visto nacer y crecer a mis tres hijos y ahora desprendernos de él es como dejar atrás una etapa. Se acabaron los bebés en casa (porque ya tenemos muy claro que no va a haber más). ¡Y qué pena me da! Es, como dice mi compañera María (que también tiene tres), una especie de Síndrome de Estocolmo. Desde que nacen nos pasamos los días deseando (con mucha prisa) que pase todo. Que deje de despertarse por la noche, que deje de mamar, que coma sólido, quitarle el pañal, el chupete, el bibe...y llega un día en el que te das cuenta que se hacen mayores demasiado deprisa.
 
Así que nuestro cambiador me ha hecho reflexionar y ahora lo único que quiero es que los días pasen despacio, despacio. Y disfrutar de cada momento. De llevarlos al cole, de recogerlos en el cole, de hacer recetas con ellos, de ayudarles con los deberes, de preparar sus cumples, de hacer excursiones, de escucharles en sus conversaciones de niños, de hacer manualidades, de ver películas, de acostarlos, de viajar... de tantas cosas, que podría llenar este post. Y cuantas más me quepan en un día, ¡mejor!
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